lunes, 14 de octubre de 2013

III CONGRESO DE SALUD INFANTIL. Atención temprana: prematuridad y bajo peso

El fin de semana pasado tuve la gran suerte de acudir a este congreso, que se celebró en la ciudad de Elche, y de presentar una comunicación sobre “Prematuridad y bajo peso al nacimiento en niños con marcha de puntillas idiopática”. El congreso tuvo una excelente organización y un muy buen nivel, gracias a los cuáles nos ofrecieron la oportunidad de conocer y debatir los últimos estudios sobre alteraciones en el cerebro y la funcionalidad en niñ@s prematur@s, excluyendo las lesiones focales. Es decir, profundizamos en las evidencias científicas de que l@s niñ@s que nacen prematur@s y/o con un bajo peso y no presentan lesiones específicas (como la parálisis cerebral infantil) alcanzan niveles de desarrollo inferiores y, además, algunos problemas específicos en la integración sensoriomotora, el aprendizaje, etc. Además, los diversos factores de riesgo que pueden presentar est@s niñ@s se suman e incrementan las posibles alteraciones en su desarrollo, por lo que es preciso prestar una atención especial a aquell@s niños que presentan otros factores de riesgo junto a la prematuridad y/o el bajo peso al nacimiento.
A pesar de estos estudios, much@s niñ@s que presentan estos factores de riesgo no son evaluados periódicamente ni reciben una atención temprana que pudiese minimizar las probabilidades de presentar alteraciones en el desarrollo neuromadurativo, por lo que nos preguntamos ¿Se está haciendo lo suficiente desde los centros asistenciales y los servicios sociosanitarios? Claramente no, pues aunque algun@s niñ@s con muy bajo peso al nacimiento y/o prematuridad extrema sí se incluyen en los programas de seguimiento y/o intervención precoz, todos aquellos que no presentan esta gravedad al nacimiento no reciben una atención continua, sino que se espera a que muestren alguna alteración en su desarrollo para proporcionarles un tratamiento que ya no puede aprovechar la gran plasticidad del cerebro en los primeros años de vida (aunque a cualquier edad es posible esperar una mejoría, la eficacia de las intervenciones disminuye con la edad)
¿Cómo cambiarlo? Implementando programas de seguimiento e intervención precoz en tod@s l@s niñ@s “de riesgo” porque prevenir, en estos casos, es la mejor forma de garantizar un desarrollo adecuado y una calidad de vida plena para l@s niñ@s que han nacido demasiado temprano y/o demasiado pronto.